viernes, 27 de julio de 2012

OPINIÓN: ¿Por qué cazar tu propia comida es una manera ética de comer?


Un buen amigo compartió este articulo en una pagina de cazadores, lo leí, y me gusto mucho por eso lo comparto con ustedes:


Por Lily Raff McCaulou
Nota del Editor: Lily Raff McCaulou  es una periodista galardonada, beneficiaria de la Beca Knight-Wallace y columnista del diario The Bulletin  en la localidad de Bend, en Oregon, Estados Unidos. Su primer libro, El llamado de los mansos: aprendiendo cómo cazar mi propia comida , fue publicado en junio de 2012.
(CNN) — Mientras crecía, nunca conocí a alguien que cazara. Supuse que los cazadores eran, probablemente, solo unos bárbaros que estaban locos por las armas. Sin embargo, hace ocho años me mudé de Manhattan a una comunidad rural en el estado de Oregon, para escribir para un pequeño periódico.
Mi perspectiva cambió cuando empecé a entrevistar a cazadores para mis artículos y me di cuenta que aunque me había considerado desde hace mucho tiempo una ambientalista, estos cazadores —muchos de los cuales se burlan de la palabra ecologista— tenían más conocimientos y se preocupaban más por los animales y la naturaleza que yo.
En algún momento, decidí comprar un arma y unírmeles. Pero no se preocupen, todavía soy una orgullosa ambientalista.
Tengo cinco razones por las que considero que cazar un animal salvaje es una opción de comida ética.
1. Cazar tiene una menor huella ambiental. En la crianza de estos animales no se usan antibióticos, hormonas artificiales, pesticidas, herbicidas o alimentos artificiales. A diferencia de los animales de granja, uno salvaje no contribuye a la erosión del suelo, la contaminación del agua o el desplazamiento de plantas nativas en favor de los monocultivos. No se labra la tierra para alimentar a un animal salvaje, entonces no se libera a la atmósfera CO2 adicional.
2. Los animales salvajes no son sometidos a la miseria de las granjas en las fábricas. Mi venado nunca fue encerrado, castrado o marcado como a la mayoría de los novillos de granja. Mi pato nunca estuvo enjaulado o le quitaron el pico ni le cortaron los dedos de las patas de la manera en que lo hacen a la mayoría de las aves en los criaderos. Los animales salvajes, a diferencia de muchos de los domesticados, no son criados, alimentados y medicados para ganar peso rápidamente, con tal de que puedan matarlos a las pocas semanas de edad.
3. No se desperdicia nada de carne. Después de dispararle a un animal, lo destripo y corto yo misma (o en el caso de un toro de 360 kilogramos, con la ayuda de amigos). De esta manera, sé que la carne se manejó de un modo seguro y me aseguro de que se aprovecha lo más posible del animal. La carne es vida. Entonces busco recetas con las que la aprovecho lo más que puedo. La cocino con cuidado. Le comparto a mis amigos y a mi familia. Me aseguro de que cada bocado sea disfrutado.
4. Cazar apoya económicamente la conservación. Para cazar alces este otoño, por ejemplo, ya compré una licencia para cazar en el estado de Oregon, que costó 29,50 dólares, pagué 8 dólares para entrar a una rifa para ganarme el derecho de cazar en un sitio específico y compré una etiqueta de 42,50 dólares. Eso quiere decir que ya pagué 80 dólares para la investigación de la vida salvaje y para la protección del hábitat de ese estado.
Con aproximadamente 12,5 millones de cazadores en todo Estados Unidos, estamos hablando de dinero real. Las ganancias del programa de sellos postales de patos —una cuota anual requerida de 15 dólares para cazadores de aves acuáticas migratorias— le ha añadido más de dos millones de hectáreas al sistema de refugios de vida salvaje nacional. Y los impuestos federales que se cobran al equipo de caza y municiones han permitido reunir más de 200 millones de dólares al año para la administración de la vida salvaje y la compra de terrenos públicos.
5. La caza promueve la conservación. Cazar implica ser parte de los ecosistemas en lugar de solo observarlos desde fuera. Cuando me encuentro cazando a un animal, utilizo todos mis sentidos para absorber mis alrededores, como si yo fuera también un animal salvaje. Entonces, al momento de disparar, ya desarrollé una conexión profunda con las especies y con la tierra. Me consideraba a mí misma una ambientalista antes de empezar a cazar, pero en ese entonces, todas mis razones para la conservación eran teóricas. Ahora que cazo, tengo un particular interés por ver lugares y especies conservadas a largo plazo. Algún día, quiero llevar a mi hijo de cacería a todos mis lugares favoritos.
(Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Lily Raff McCaulou).

sábado, 28 de abril de 2012

Balística Terminal

Muchas veces nos preguntamos qué arma o munición necesito para poder exterminar cierta clase de plaga o animal, por ejemplo para un conejo, con que rifle y que copa puedo hacer el trabajo; para esto debemos conocer un poco acerca de lo que es la energía en Balística lo cual es un término complejo, ya que muchos de nosotros conocemos los datos que nos suministran en las especificaciones del fabricante de las armas, y esto corresponde a la energía inicial del arma o boca de cañón y que clasifica al modelo dentro de un sector determinado de uso.

La energía inicial está relacionada con el peso del proyectil y la velocidad inicial con que sale disparado, Una vez que el proyectil abandona el cañón, la energía inicial disminuye en función de la distancia, el tiempo de vuelo, la acción gravitatoria, el rozamiento con el aire, las condiciones ambientales y las propias características morfológicas del proyectil hasta que este llega al punto de impacto. Todas estas variables hacen que sea muy complejo determinar los datos balísticos al punto que es necesario utilizar potentes programas especializados de cálculo balístico para analizar de forma aproximada la trayectoria del proyectil.

El concepto de energía es esencial para seleccionar el tipo de arma más adecuado y la balística es una interesante opción para efectuar estimaciones en cuanto al potencial de cada una de las armas en el ámbito de la caza. Hay muchos casos de disparos certeros a distintas distancias y sobre distintas especies de animales y plagas lo cual supone una inestimable ayuda en la verificación de los cálculos teóricos, en especial cuando se pueden reconstruir todos los parámetros que afectaron al disparo. En cualquier caso hablar de energía en las aplicaciones cinegéticas nos conduce primeramente a tierras británicas, donde sin duda se han efectuado más pruebas de carácter técnico para determinar los umbrales de energía necesaria para la caza efectiva. Algunos cazadores han citado en algunas ocasiones en libros y revistas algunas de las energías terminales necesarias para la caza con armas de aire comprimido basadas en su propia experiencia:


Esta es la primera respuesta que se puede encontrar cuando hay dudas en cuanto a los requisitos técnicos para cazar una determinada especie, pero aun así, son muchas las dudas que tienen algunos cazadores.

Sin duda el problema viene determinado por las enormes variaciones de peso y tamaño que puede haber entre las especies según la región en que nos encontremos, la disponibilidad de alimentos para estos, agua, clima, depredadores naturales, y otros factores que también influyen.

En la búsqueda de respuestas la balística tiene algunos modelos predictivos basados en la energía terminal y la capacidad penetrante de los proyectiles. Anecdóticamente son leyes y formulaciones que llevan muchísimos años sin variaciones y que son vigentes hoy en día. La primera de las incógnitas es conocer cuál es el umbral de energía terminal necesario para abatir al animal, que denominaremos EMIT (Energía Mínima para Impacto Terminal). Este parámetro depende esencialmente del peso del animal y del tipo de proyectil utilizado y adecuadamente calculado nos indica la velocidad terminal necesaria del proyectil.

V³=(PA/0.454) / (B² * 1.5012¯¹º) 

(Donde PA es el peso en Kg del animal y B el peso en grains del proyectil.)

Poniendo como ejemplo el caso de una rata de 450 gramos de peso una primera estimación utilizando la formula nos da una velocidad terminal para una copa de 8 grains redondeada de 143 m/s lo que corresponde a una EMIT de 5.3 julios de energía terminal. Los datos bibliográficos hablan de valores comprendidos entre 3 a 7 julios de energía terminal sobre una rata para abatirla con seguridad, lo cual es una información muy aproximada pero depende por supuesto del peso del animal. Haciendo una inversión de la formula se puede comprobar que el peso de la rata utilizado para el ejemplo anterior de la energía necesaria (4.1 J) podría corresponder a un roedor de 300 gramos de peso, también por tanto un valor "creíble".

Así aplicando los datos bibliográficos y contrastando los datos numéricos se pueden establecer criterios o normas "mínimas" para garantizar abatir a la presa con la mayor seguridad posible. Si bien uno de los datos más útiles para el usuario es la de conocer cuál es el potencial que tiene el arma que está utilizando.

Pero lo más complejo es determinar cuáles son las energías terminales a distintas distancias del arma, pues ello escapa de una fórmula para requerir un complejo análisis balístico mediante software especializado. Por regla general el usuario conoce el dato de la energía inicial suministrado por el fabricante, pero no es fácil conocer el comportamiento de esa energía en distintas distancias. Para poner un ejemplo veamos los datos balísticos pronosticados de la carabina Gamo Shadow 1000 en calibre 4.5 mm, con balín de 8.35 grains tipo "domed" centrada a 30 metros de distancia y llevada hasta los 50 metros:

0 m
10 m
20 m
30 m
40 m
50 m
Velocidad fps
853
800
754
711
669
633
Energía Julios
18.3
16.1
14.3
12.1
11.3
10.1
Caída en cm.



0
-3.0
-8.4

No debe sorprender el comprobar que la energía terminal incluso a 50 metros de distancia es en principio suficiente como para garantizar la caza efectiva de la práctica totalidad de la tabla descrita anteriormente. De hecho y utilizando el clásico ejemplo de los cazadores britanicos es clarificador el hecho de que con 16 julios de energía inicial cubren hasta las 50 yardas con el limite técnico para la caza de un conejo (9.5 J) y corroborando este dato la propia recomendación de los expertos britanicos en no exceder esta distancia.

También hay que considerar el principio de dispensar a la presa una muerte rápida y poco traumática, por lo cual estos valores mínimos deben ser considerados como el umbral práctico por lo que será siempre mejor o bien incrementar ligeramente la potencia o acortar las distancias operativas.

A este factor se añade también una adecuada elección de la munición, las variaciones de forma afectan de forma directa al coeficiente balístico y por tanto a la velocidad y a la energía. Para una misma potencia una mala elección del tipo de munición puede suponer una perdida dramática de la energía terminal a larga distancia:


V0
E0
T0
V25
E25
T25
V50
E50
T50
wadcutter
7.5 grains
cb=0.011
250
15.2
-
182
8.05
0
133
4.3
-16.5
hollow p.
10.5 grains
cb=0.015
211
15.2
-
168
9.6
0
133
6.0
-19.6
super domed
10.5 grains
cb=0.031
211
15.2
-
189
12.2
0
169
9.7
-14.6

En la tabla se aprecia fácilmente como para una misma potencia inicial la elección del balin puede ser determinante para conseguir una mayor energía terminal a larga distancia, el balin wadcutter, comparado con el más eficiente, llega a 50 metros con casi un 56% menos de energia al blanco por su bajo peso y poco eficiente diseño aerodinámico, el balin hollow point diseñado en principio para la caza también sufre una perdida del 38% de su energía terminal cuando se compara con un diseño super domed. En cuanto a variaciones de impacto en estos casos no hablamos de más que de 5 cm de variación de un diseño a otro. 

Por tanto primeramente ya tenemos una evidencia tanto numérica como practica de que el concepto de energía en ocasiones permanece un tanto infravalorado para muchos aficionados. Ciertamente está claro que la energía de las actuales armas de aire comprimido están dotadas de unas prestaciones elevadas y que merecen nuestra consideración, y no solamente en las potentes armas de resorte, sino que muchos modelos de potencia media también son igualmente efectivos para determinados controles de plagas.

La penetración depende por supuesto de la energía cinética con la que el proyectil alcanza el blanco y la superficie del proyectil. La resistencia a esta energía vendrá dada por la densidad del material y la deformación que pueda sufrir el proyectil. 

La determinación numérica es extraordinariamente compleja, además de tener los datos balísticos de la velocidad terminal del proyectil y conocer su coeficiente de forma interviene el coeficiente de dureza del material, y su densidad. Las formulas con complejas ecuaciones diferenciales que por fortuna se suelen automatizar con programas informáticos, pero también es necesario investigar los coeficientes que afectan a los materiales.

En la aplicación cinegética lo más confuso es que las fuentes consultadas determinan distintos valores de velocidad terminal para garantizar la penetración de la piel, hay trabajos muy buenos hechos por peritos forenses que en pruebas de laboratorio sitúan ese límite en torno a los 111 m/s o 364. Fps para el calibre 4.5 mm y de 74.7 m/s o 245 fps para el calibre 5.5 mm energías terminales situadas en la órbita de los 3.3 J. La diferencia de densidad de los tejidos orgánicos también produce resultados muy distintos en los modelos numéricos, y es por eso que las predicciones son aproximadas. Es más fácil calcularlo sobre materiales homogéneos como por ejemplo la madera que sobre tejidos de animales.

Algunos animales de pluma presentan además unos requisitos de potencia extra, ya que una espesa capa de plumas en determinadas zonas supone un importante freno para el impacto del proyectil, de ahí que se asume en los cálculos un 30% más de energía terminal por término medio para esos casos. Lo cierto es que el factor de velocidad es tan importante (o más) como la energía terminal remanente, la velocidad contribuye al choque hidráulico en el momento del impacto y de amplificar el shock de la herida con fenómenos internos relacionados a pequeña escala con la cavitación. 

Algunos también estiman el poder de caza efectiva en base a la penetración potencial y por eso se recurre a las pruebas con gelatina balística, este material suele reproducir la consistencia y densidad del tejido muscular de los animales y permite medir con precisión la penetración de los proyectiles. Sin embargo los parámetros de calibración de esta gelatina balística difiere según los países y por tanto hay que prestar especial atención a que densidad ofrece, ya que no es lo mismo una calibración para órganos internos con densidades más bajas, que para el tejido muscular que es más alto. Uno de los valores de mejor referencia que se suele usar es precisamente el del tejido muscular que corresponde a una densidad de 1.04 g/cm³.

Extrapolando datos vistos anteriormente, ¿que penetración pronosticada sobre tejido sería la resultante del caso de los 9.5 julios resultantes del disparo desde 50 metros?. Pues utilizando las ecuaciones un resultado de 6.45 cm de penetración, lo cual coincide con las experiencias de campo y es justificativo del poder terminal del disparo.

En una primera impresión es evidente la demostración de que no siempre es necesario recurrir a potencias muy elevadas para poder disfrutar de muchas modalidades deportivas y que este motivo puede facilitar mucho la selección del arma de diferentes energías y sistemas de potencia. En la parte cinegética estos datos pueden clarificar las posibilidades reales de las energías que se manejan en la actualidad y aprovechar mejor armas que en principio no parecen estar capacitadas para esta labor. Numéricamente además creo que es evidente que la balística afecta mucho más a las aplicaciones en las que se requiere un control de la energía terminal (la caza esencialmente) y menos en cuestiones deportivas y de entretenimiento ya que las variaciones en el punto de vista medidas instrumentalmente y analizadas informáticamente no son tan significativas como pudiera parecer.


Bibliografia: 

Balistica Terminal, Visión Numérica De La Energía De Miguel Durán Perelló 
todoaire.galeon.com 

lunes, 27 de febrero de 2012

Pishishe Aliblanco (dendrocygna autumnalis)


El Pishishe conocido también por los nombres Yaguasa de Pico Rojo, Guichiche, piche, pichiche, pijije común, en Argentina: Sirirí Ala Blanca, en Chile: Pato silbón de ala blanca, en Cuba: Yaguasa Barriguiprieta y Yaguasa Pechinegra, en México: Pijiji Aliblanco, Pato Pijije Aliblano, pichichi y pato maizal, en Puerto Rico: Chiriría Pinta, y en inglés se le llama Black-bellied Whistling-Duck, también se le ha llamado Red-billed Whistling-Duck y Black-bellied Tree-Duck.- Es parecido al ganso; Mide de 50 a 55 cm, y pesa 800 grs; es delgado con cuello largo y con largas patas rosadas. Las alas son anchas con una franja blanca ancha por encima. Los adultos presentan la cabeza principalmente café leonado y la garganta y el anillo ocular blancos. La coronilla y la parte posterior del cuello son café oscuro El cuerpo es casi todo castaño y el abdomen, la parte inferior del ala y la cola son negros. Las coberteras infracaudales aparecen salpicadas de blanco y negro; las coberteras mayores y la base de las primarias son blancas y el resto de la rémiges son negras, Las coberteras medianas son grisáceo pálido y las coberteras menores son café claro. El pico es rojo y las patas rosadas.
En los ejemplares inmaduros el pico es negruzco grisaseo y el cuerpo principalmente café grisáceo. El abdomen es moteado con negro y blanco y la lista alar es conspicua aunque más opaca.



Se le encuentra en lagos de aguas poco profundas, manglares, ríos grandes, lagunas. Charcas, resacas, pantanos y ciénegas de agua dulce.   Esta especie es oriunda de las Américas. Su distribución al norte incluye el extremo sur de los Estados Unidos (en los estados de Texas, Arizona y Louisiana) y el norte de México (en el estado de Sonora en la vertiente del Pacífico), continúa su distribución hacia el sur por las dos costas de México y América Central. Se le ve en las Antillas Menores del Caribe, ocasionalmente llegando hasta Puerto Rico en América del Sur habita en gran parte de Colombia y prácticamente en toda Venezuela, la cuenca Amazónica incluyendo el sur de Brasil, Paraguay y el norte de la Argentina. Por el occidente del continente, al oeste de los Andes, su ubicación llega hasta Perú y se le documenta desde el nivel del mar hasta los 1500 metros de elevación.



Su nido sin revestir está ubicado en las cavidades de los árboles y ocasionalmente en el suelo. Es probable que con mayor frecuencia se trate de una copa desgarbada en medio de hierbas, en la vegetación baja sobre el suelo, y casi siempre lejos del agua. Ponen de 12 a 16 huevos de color blanco incubados entre 26 y 31 dias y es efectuada por ambos padres. Muchas hembras ponen en nidos artificiales (tipo “botadero”), especialmente en cavidades o cajas de anidación. Y estos se reproducen de mayo a octubre. Una vez que comienza la puesta, los huevos son depositados uno por día. Algunas hembras ponen sus huevos en los nidos que no son los suyos, incluyendo los de otras especies; entre otros el Pato de la Florida(Aix sponsa), el Pato Criollo (Cairina moschata) y la Gaviota Guanaguanare (Larus atricilla). Se menciona que una vez se encontró un nido con 101 huevos, estas nidadas exageradas se estiman que sean “nidos de exceso” donde las hembras ponen porque tienen que poner y no son atendidos. Si la nidada se pierde, es posible que vuelvan anidar. Los polluelos cuando nacen son de color amarillos con manchas negras. Normalmente al otro día de nacidos se lanzan del hueco en el árbol, desde una altura de unos 3 metros y caen en la tierra o el agua. Permanecen bajo el cuidado y la compañía de los dos padres por los próximos seis meses. A los dos meses ya tienen el plumaje juvenil y pueden volar. Obtienen el plumaje de adulto a los ocho meses. Al año ya pueden criar.  Se estima que la pareja permanezca junta por vida. Crían una vez por año. Demuestran gran fidelidad al sitio donde anidan, muchos regresando a anidar en la misma localidad donde anidaron el año anterior.




Vuelan en la noche para alimentarse, casi siempre en grupos pequeños. Nadan bien y pueden zambullirse, pero usualmente se alimentan de pie o caminando en aguas poco profundas.  Se alimentan de semillas, Plantas acuáticas,  pastos, hojas y retoños también de  moluscos e insectos, pequeños animales acuáticos, peces y crustáceos.

Efectúa movimientos estacionales pronunciados, relacionados con el cambio del nivel del agua en su hábitat. Son gregarias y es usual que durante el día descansen en grupos compactos al lado del agua, en algunos lugares es considerada una especie plaga, puesto que en ocasiones pisotean y arrancan las plántulas de arroz para alimentarse de las semillas. Esta ave es de temperamento dócil. Forma bandadas que pueden contar con miles de ellas. En muchas circunstancias se le agrega a las aves de corral sin demostrar ningún problema. Mudan las plumas una vez por año, permaneciendo unas tres semanas sin poder volar. Sus predadores naturales son las ratas y los mapaches indican ser un gran peligro para los nidos de esta especie. Mueve la cabeza y los pies hacia abajo cuando aterriza.  Y emite un silbido, como gritando, pi-ji-ji, pi-ji-ji o pi-chi-chi, pi-chi-chi.

Pishioshe Aliblanco  (Dendrocygna autumnalis) Taxonomía
El Pishishe Aliblanco (Dendrocygna autumnalis) fue registrada en la nomenclatura científica actual por Linnaeus en la décima edición de su “Systema Naturae” en 1758.
Clasificación
Nombre
Notas
Reino
Animales: Sistemas multicelulares que se nutren por ingestión.
Subreino
Eumetazoa
Animales con cuerpo integrado por lados simétricos
Rama
Bilateria
Cuerpo con simetría bilateral con respecto al plano sagital.
Filo
Subfilo
Vertebrados
Superclase
Vertebrados con mandíbulas.
Clase
Aves: Vertebrados con plumas
Subclase
Neornithes
Aves Verdaderas: Vértebras de la cola fundidas
Superorden
Aves del Vuelo o Carenadas
Orden
Patos y aves afines: tres familias en la actualidad:
AnhimidaeAnímidos o Gritones
AnseranatidaeAnseranátidos o Ganso Overo
Anatidae
Familia
Anátidos: cinco subfamilias en la actualidad:
AnserinaeCygniniCisnes y Anserini:Gansos
Stictonettinae: Pato Manchado
TadorninaeOcas
AnatinaePatos
Dendrocygninae
Subfamilia
Yaguasas y Pato de Lomo Blanco
Tribu
Dendrocygnini
Yaguasas: Un género: Dendrocygna
Género
Dendrocygna
Yaguasas: ocho especies en la actualidad:
Dendrocygna guttata: Yaguasa Moteada
Dendrocygna eytoni: Yaguasa Adornada
Dendrocygna viduata: Yaguasa de Cara Blanca
Dendrocygna arborea: Yaguasa de Pico Negro
Dendrocygna bicolor: Yaguasa Bicolor
Dendrocygna arcuata: Yaguasa Errante
Dendrocygna javanica: Yaguasa Hindú
Dendrocygna autumnalis
Especie
Dendrocygna autumnalis
Yaguasa de Pico Rojo

Bibliografía:
museodelasaves.org

viernes, 10 de febrero de 2012

Cormorán o Pato Chancho ( Phalacrocorax Brasilianus)


El Cormorán o Pato Chancho (Nombre Cientifico: Phalacrocorax Brasilianus) Mide 66 cm. y pesa 1.1 kg.; su cabeza es más grande y su cuello y cola más cortas que las de los “pato aguja” (Anhinga anhinga).Los adultos presentan en su mayoría un plumaje negro lustroso, la cabeza y el cuello más parduzcos, con las plumas del manto gris oscuras, lanceoladas y con borde negro. El iris es verde azulado, la bolsa gular naranja amarillenta, el pico de grisáceo a negruzco y las patas negras. Durante la época reproductiva la cabeza y el cuello es negro lustroso con plumitas blancas esparcidas, y el naranja de la bolsa gular es más encendido y rodeado de blanco. Los especímenes inmaduros presentan casi todo el cuerpo café grisáceo oscuro con el abdomen más oscuro y la cabeza, cuello y pecho de color café anteado. Los individuos juveniles son café grisáceo con la región inferior más que todo blancuzca, y el plumón de los pichones negruzco. 




Estos patos se encuentran desde el extremo suroeste de los E.U.A. hasta el sur de América del Sur, recientemente se han convertido en una plaga en nuestro país; prefieren habitar en zonas de aguas claras y poco profundas en elevaciones bajas, como ríos, estanques de agua salada, aguas costeras o manglares, esta ave tiene una gran capacidad de adaptación, ya que vive indistintamente tanto en las aguas dulces de ríos y lagos, como en las saladas de los mares tropicales desde Nicaragua al sur; y en las aguas frías de la corriente de Humboldt y del extremo austral de Sudamérica. Además, también se pueden observar en lagos y lagunas a grandes alturas en la cordillera de Los Andes, como son los registros de Murphy ( Lago Junín, Perú, a 3932 metros s.n.m) y Goodall ( Laguna Cotacotani, Tarapacá, Chile, a 4800 metros s.n.m). Aunque vive perfectamente en el mar, en aéreas cercanas a la costa, tiende a preferir los lagos y lagunas del interior. Normalmente vuela hacia la zona interior siguiendo el curso de ríos y esteros en donde suele pasar la noche en ramas de árboles de la orilla. 




Su nido consiste en una plataforma compacta hecha de palitos, colocada a considerable altura (de 9 a 30 m.) sobre un árbol. Aunque Efectúan movimientos estacionales pronunciados, relacionados con el cambio del nivel del agua en su hábitat.- Su nidada es de 3 a 4 huevos, aunque hay registros de entre 2 y 6. Estos son de color blanco, calcáreo, con dimensiones de 57 x 36 mm. Aproximadamente. 



Para su alimentación normalmente vagabundean y pescan en grupos que avanzan en línea y llevan los peces a aguas poco profundas, y se zambullen todas al mismo tiempo.Nada perfectamente sumergiendo casi todo su cuerpo en el agua y dejando a la vista la cabeza, cuello y la parte superior de la espalda (ver imagen inferior). Se alimenta buceando lo que hace dando un pequeño salto. Para facilitar el buceo, no posee plumas impermeables por lo que éstas se mojan. Por ello, al salir a descansar es posible verlos en árboles, postes o en tierra con las alas abiertas en forma de "M" para secarlas al sol o viento. Al emprender vuelo, necesita correr una cierta distancia ya sea sobre la tierra o el agua. Su vuelo es bastante recto con aleteos rápidos y con planeos cada cierto tiempo; solo o en grupos; rasante sobre el agua o a mediana altura y a veces remontando a gran altura. 

Su vocalización es un Sonido gutural y áspero. Normalmente silencioso, pero muy bullicioso en las colonias de reproducción 

Cormorán o Pato Chancho Taxonomia: 

Reino:                     Animalia
Filo:                        Chordata
Clase:                     Aves
Orden:                    Pelecaniformes
Familia:                   Phalacrocoracidae
Nombre científico:   Phalacrocorax brasilianus Gmelin, 1789
Nombres comunes: Pato de agua, pato chancho, cormorán neotropical